La entrevista que Pilar Sánchez ha concedido al Diario de Jerez es una declaración de guerra contra Pacheco con todos los avíos del puchero. Menudo puchero el de Jerez. Lo que quizás no se sepa es que Pilar tiene más enemigos dentro de su partido de lo que pueda sospechar. Enemigos que le pasan información al verdadero enemigo de la democracia y la pluralidad en Jerez. ¡ Al suelo, que vienen los nuestros! Qué miedo Pilar.
El pachequismo, como el gilismo, y otros “ismos” mas o menos democráticos no tiene los días contados. Ni de coña. Eso se creen algunos y algunas. Pacheco, como los japoneses, ha hecho acopio de información de todo el mundo, pero los ordenadores más grandes y potentes pueden sucumbir ante un virus pequeñito y mamón. Por eso, si quieren que haya cambio, Sánchez y Pelayo tienen que liberar mucho lastre contaminado. Tienen una jartá. Limpias de polvo y paja tiene que tirar palante.
Un cabroncete que trabaja en el entorno municipal me contó el otro día una leyenda urbana de Pacheco. Les cuento, resulta que por las mañanas, tras su caminata y masajito matinal, despachaba la escaleta de Onda Jerez con un siniestro jefe de informativos (amargado él). El tipo se sorprendía: ¿Pero Pedro, también le damos caña a los nuestros?. Y dice la leyenda que Pacheco contestaba: “A ésos, más que a nadie, que no se crean que el cargo es un regalo por su bella cara? Hombre, hay que ver como son las leyendas urbanas. Igual son ciertas. O no.
Y esto llega González Cabañas, conocido entre sus amigos por “el batería” (porque acumula muchos cargos), y dice que todo va bien y bla, bla, bla. Pero de las presuntas reuniones en el campo de golf (seguimiento del pacto), no cuenta ná. Pilar nunca es convocada.
En fin, que lo del puchero de Jerez está mú rico. Y animado. Gracias a Rafael Navas, porque acaba de ponerlo a fuego lento con su acertada entrevista, que diría Ansón.