Todos los días, como cada uno de los casi 60.000 automovilistas que vamos y venimos por el puente Carranza en esta área metropolitana, tengo que aguantar la lotería de los atascos, que se producen cuando uno menos lo espera y necesita. Pues bien, resulta que pese a estar hace dos meses o más prácticamente terminada, la necesaria autovía de Puerto Real aún no ha sido inaugurada. Y el nuevo servicio de catamaranes, con las estaciones de Cádiz, El Puerto de Santa María y Rota terminadas, tampoco entra en funcionamiento en la fecha prevista. Las críticas no han tardado en aparecer, pero nada es lo que parece. Cada uno de los asuntos tiene una explicación muy concreta. Lo que no es de recibo es que los conos estén tan poco tiempo en la calzada. Hay miles de personas que no se levantan a las siete de la mañana y deciden acercarse por Cádiz a mediamañana a hacer sus gestiones administrativas. Urge sentido común.