La fractura política abierta tras el 11-M entre PSOE y PP tuvo ayer su máximo ejemplo en Cádiz, donde ambos partidos monopolizaron sendos actos en conmemoración del 194 Aniversario de la Constitución de 1812. Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, dejó plantados a tres presidentes de comunidades autónomas (Ceuta, Baleares y Madrid), al portavoz de la oposición en el Congreso de los Diputados, cuatro alcaldes (Huelva, Málaga, Cádiz y San Fernando) y a un buen número de representantes judiciales, empresariales, religiosos, militares y literarios, que participaron en una ofrenda floral a la Constitución en la gaditana Plaza de España, amén de los vecinos que comentaban en corrillos la paradoja de un presidente ausente, pero al lado mismo del acto. Este es el artículo publicado hoy en la edición andaluza de EL MUNDO.
El plante del presidente Chaves al acto municipal fue insólito y dejó estupefactos a los presentes, porque le hubiera bastado con andar veinte metros para trasladarse desde la sede de la Diputación de Cádiz, donde iba a presidir los actos con motivo del Día de la Provincia, hasta el cercano Monumento a Las Cortes de Cádiz, el de La Pepa, la primera constitución democrática de 1812.
Chaves había sido invitado al acto municipal por la propia alcaldesa, Teófila Martínez. Los organizadores incluso habían adelantado el programa treinta minutos para permitir la presencia del presidente andaluz, lo que ocasionó un falso retraso de la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre. Como Chaves no fue, tampoco bajaron las escalinatas del palacio de la Diputación para cruzar la calle y los jardines el subdelegado del Gobierno, Sebastián Saucedo, el delegado del Gobierno andaluz, José Antonio Gómez Periñán ó el consejero de Empleo, el jerezano Antonio Fernández, que hoy recorrerá las factorías gaditanas de astilleros. Ni diputados, ni senadores socialistas, con lo que el PP y los liberales se quedaron solos a los pies de La Pepa y bajo una lluvia intermitente que todos aguantaron con gran estoicismo al calor de un pebetero.
Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, constató en Cádiz su popularidad, porque no paró de recibir felicitaciones. Momentos antes, con un serio chubasco sobre su cabeza y sin paraguas, Aguirre exclamaba "como liberal y como española me alegra inmensamente venir a la cuna del liberalismo español, a honrar a los que nos precedieron en la defensa del ideal que pone la libertad como base de toda construcción política. Y como representante de los madrileños para mí es un honor enorme homenajear a los primeros representantes del pueblo español que proclamaron que la soberanía reside en la nación". Aguirre había protagonizado la noche anterior una suculenta tertulia en el Casino Gaditano, donde amigablemente mostró su condición de valor sólido en la cartera política del PP.
Terminado el acto, y mientras Esperanza Aguirre se hacía fotos bajo el momento, Eduardo Zaplana fue a lo suyo. Empezó arremetiendo contra el ministro de Justicia, siguió con el Fiscal General del Estado, salió como pudo de la pregunta sobre Irak (argumento del día para el PSOE y Prisa), y aseguró ser incapaz de encontrar "algo realmente bueno" en los dos años de gobierno socialista. Con las respuestas dadas por Zaplana, los mismos periodistas cruzaron el jardín y se fueron a Diputación a exponérselas a Manuel Chaves, con lo que, a la una de la tarde, las crónicas del desencuentro ya estaban listas.
En su discurso, Chaves proclamó que Andalucía está "ante otro 28 de febrero" y dijo que "no debe repetirse la dispersión de fuerzas de 1980, sino que tenemos que unirnos y sumar energías para conseguir, con el concurso de todos, dar un nuevo y definitivo salto adelante". En la rueda de prensa arremetió contra Arenas y el PP "un partido prisionero de la mentira", dijo, sin olvidar el asunto de Irak, elemento del argumentario socialista del día. El presidente de la Junta, durante su intervención, elogió a la provincia de Cádiz, "el mejor resumen de la variedad y pluralidad".
EMOCIÓN Y LÁGRIMAS
Pero no todo iba a ser una fractura, la emoción tuvo su momento en la Diputación Provincial, cuyo palacio -pintado de un rosa espantoso- fue escenario de lágrimas y emoción para el actor Jean Reno, quien recibió ayer el título de Hijo Predilecto de la Provincia de Cádiz de manos del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y del presidente de la Diputación gaditana, Francisco González Cabaña, y recordó, entre lágrimas, a su madre jerezana y a su padre sanluqueño. Ahí es nada. Sus progenitores se fueron al norte de África y posteriormente a Marsella (Francia) escapando de la España franquista. Reno dijo que le gustaba más esa medalla que la que le impuso Jacques Chirac. La calificó como "todo un honor".
El actor, en la cresta de la ola, tuvo que parar de hablar al emocionarse porque estaba siendo reconocido en la tierra de sus padres, lo que para él era como un "renacer". Así, manifestó que su idea es "llevar la cultura gaditana a todo el mundo". El programa del Día de la Provincia comenzó con un sentido minuto de silencio por la muerte el pasado viernes del alcalde de Sanlúcar de Barrameda y diputado provincial, Juan Rodríguez. Posteriormente, diputados de todos los grupos políticos que forman la Corporación provincial fueron entregando los distintos galardones a los premiados, siendo reconocidos con la Placa de Oro de la Provincia el escultor e imaginero Alfonso Berraquero, el guitarrista Paco Cepero, el Cádiz Club de Fútbol, la Autoridad Portuario de la Bahía de Algeciras, la empresa de flores Mercado Rivera, las Carmelitas de la Caridad y la presidente de la Confederación Andaluza de Personas con Discapacidad Física y Orgánica, María de los Ángeles Cózar.
González Cabaña se refirió a la celebración del 2010 en San Fernando y de 2012 en Cádiz, diciendo que "deben ser dos hitos que trasciendan e impregnen nuestros pueblos durante mucho tiempo y deben aprovecharse como revulsivos para hacer los cambios necesarios y la puesta a punto de nuestra provincia". "Nos encontramos en el sprint final hacia la celebración del bicentenario y no podemos perder el tiempo para así poder obtener los resultados esperados", apostilló. Asimismo, también hizo un guiño al anterior presidente de la Diputación, el también socialista Rafael Román, como impulsor de la celebración del Día de la Provincia aprovechando la efeméride de la promulgación de la Constitución de 1812. La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, se quedó en la mayor parte del acto, pero se marchó poco antes de terminar. ¿Vendetta por el plantón de Chaves? No. Fue por una boda, a la que no podía faltar, entre otras razones, porque era la madrina.