Ayer murió Paco Daza, galerista jerezano y amigo. Cientos y cientos de personas pasamos por el tanatorio de Jerez (el entierro será hoy a las 11,00) entre otras cosas porque Paco era una persona con muchos amigos. Y eso, en estos tiempos que corren, es todo un mérito que pocos pueden atribuirse. El año pasado, Paco recibió de la Asociación Contra el Cáncer de Jerez una distinción por su valiosa colaboración organizado una magnífica exposición pictórica cuyos beneficios sirivieron para financiar parte de la Unidad Domiciliaria de Cuidados Paliativos de dicha asociación.
Paco intentaba ser feliz, como todos lo intentamos día a día. Hay expresiones manidas que solemos usar en estos casos. No soy de ésos. Simplemente alerto a todos los que en esta vida nos amargan la existencia de que el tiempo que pasamos en ella es demasiado corto, que cesen en sus manejos, en sus torpes intenciones, que la muerte nos iguala y lo hace sin avisar. Paco se ha llevado al cielo, en su corazón, el cariño de todos nosotros. Ojalá tengamos tiempo de acumular tanto amor por los demás cuando nos llamen a otra misión. Mi sentido pésame a toda su familia.
