20 may 2006

El puente del Pepé es ahora de la Pepa



Los Hijos de Némesis
Por JC
Me he sorprendido leyendo en La Voz de Cádiz a Carlos Díaz, el primer alcalde democrático del que hoy presumía ‘Federico’ en el mitin del PSOE de Cádiz para celebrar los dos años de Gobierno socialista. No se asusten, que este Federico no es Jiménez Losantos sino Pérez Peralta, secretario local del PSOE gaditano y el primo gadita de Don Johnson (lo digo por las chaquetitas Miami Vice)en broma. A Carlos Díaz se lo cargaron los socialistas ellos solitos y ahora Vocento le da una voz, pues espero que no escriba su biografía, porque más de un socialista tendría que pillar las de Villadiego. Carlos, el buenazo de Carlos, siempre me pareció un buen tipo. Pero más me ha sorprendido esta ministra tan antipática (lo siento, me lo parece, con todo respeto, claro), la isleña Magdalena Álvarez, cuya rueda de prensa hoy en Cádiz ha sido infame. No por el contenido, el anhelado segundo puente con todos su avíos, sino por la desastrosa organización del acto.
Una subcarpita en el subjardincito del subdelegado. Y no responsabilizo del desastre a Oscar Lobato, a Sebastián Saucedo y su equipo –sus caras eran un poema ante las críticas de algunos osados/as periodistas- sino directamente al equipo de Comunicación de la ministra. No se puede organizar una rueda de prensa con todos los invitados institucionales presentes. Eso es un cachondeo. La ministra, en plan Pasapalabra, sorteó las tres preguntas incómodas y luego miró al respetable buscando el aplauso facilongo tras intentar ridiculizar al periodista. Ay Maleni, pero qué graciosa eres ministra, es que me parto con tus ocurrencias. La que te espera si Chaves y ZP te mandan a ser candidata en Málaga. Los compañeros te van a dar las del pulpo si tus ruedas de prensa las organizas como en Cádiz. Baja del Olimpo, por favor.

Luego, en el Palacio de Congresos, Goretti Cornejo y Pedro Boto (responsables de Comunicación del PSOE de Cádiz) hicieron las cosas en condiciones, atendiendo a los medios como debe ser, dándoles su lugar. Yo ando todavía preguntándome la razón por la que las camisetas (“El puente del cambio, con ZP”) eran rojas y negras. Coño, anarquistas en el PSOE. Cecilio, help!!! Me di de bruces con Francisco González Cabañas, que sin mirarme a la cara me dijo a trompicones que él, cielos, va a montar por fin una Fundación Pública de Casas Viejas, va a adquirir el solar de Seisdedos (ahora que ya sabemos de quién es ¿no Paco?) y pelillos a la mar.
Pues vale, Paco, no te olvides de mandarme una invitación, y otra a los Seisdedos, a los anarquistas, historiadores, críticos, periodistas que no duermen a pierna suelta en el hotel y luego no quieren que se sepa, y sobre todo, invita a tu jefe de prensa, a mi querido Fernando Santiago. Invita al pueblo llano Paco, organiza (ahora sí) una multitudinaria rueda de prensa (con todos los que no han hablado de este tema, jolín). Si yo fuera tú, me acordaría de las almas errantes de los jornaleros muertos. No te olvides de nadie, por favor, y tú, que puedes, cierra de una vez este bochornoso episodio que nunca debió tener lugar. ¿Y el hotel? Pues que le vaya bonito. Paco no se llegó a enfundar la camiseta del segundo puente, pero se descojonó de la risa con los compañeros del partido (vean la fotillo). No me perdió de vista, el tío.
Luego ha venido el mitin. Periodísticamente me ha encantado Rafael Román, gritando al coro de la patata aquello de “Con ellos no…” El personal, entusiasmado, porque Román puede ser pequeño de estatura y tener un ligero parecido con el conocido dictador, pero cuando recupera sus tonos parlamentarios (si bajara la acidez estaría de muerte) Román deja claro que, como dice mi amigo Enrique Montiel, está en Cádiz por accidente. Vamos, que haría mejor papel que algunos/as que bostezan en los actos públicos o se hacen fotitos con los que liquidaron parte de nuestra capacidad naval en España. El mitin, impecable, con presentadora de rojo, Ana Cristina Doñoro, absolutamente entregada a la pasión zapateril del momento. Es que la cosa era emocionante, de veras. All together now…yeahhh
No me olvido de Teófila Martínez, sentada en primera fila, al ladito de Saucedo, Barroso, Cabañas y Gómez Periñán. Montaron todos tal guirigay que pusieron de los nervios a la ministra, que no tuvo más remedio que mencionarlo para que se cortaran un poquito como quien reprende a los niños en clase. Si lo que Teo quería era que Magdalena Álvarez no la olvidara, lo consiguió. La ministra, como medio PSOE, anda con un enfado nada disimulado por el acto de Rajoy en el mismito lugar donde “rendirá” el segundo puente. Y más aún todos por la campaña publicitaria, octavillas incluidas, que el PP ha montado para recordar las verdades del barquero al PSOE. Les ha dolido y ayer se notó a la legua. Pero lo siento, a mi me chifla José Antonio Barroso, alcalde de Puerto Real, crecido por las encuestas del Grupo Joly (¿ven lo que les decía días atrás?), ocurrente como el solo, al hablar de ese lugar ignoto, Puerto Real. “Mira Pepe, ¿tú no crees que ZP debería poner dos piedras, una en Cai y otra en tu pueblo innombrable?”, le dije en medio del batiburrillo cuasielectoral. “Vale, buena idea”, me respondió.

Luego me he encontrado con Emilio Aragón (el de la Sexta no, el de la Caja San Fernando), que reniega cada vez que le requiero sobre su eventual futuro electoral. Y con Pepe Mier, Rafael Barra, Salvador de la Encina, Mamen Sánchez, Elena (la esposa de Luis Pizarro), hasta Fermín del Moral, es que no me acuerdo, vaya flashback el de hoy. “Hombre Pepe, me alegro de volver a verte”, fue la frase de la mañanita. Tendré que frecuentar a los compañeros un poco más.

Y mi comentario final va para una periodista del DIARIO DE CÁDIZ, Ana de Antonio, fina y puntillosa, que nos ha ido avanzando poco a poco lo que al finá contó ayer la ministra. Le pasé una pregunta sobre el puente, dado que la funcionaria colaboradora de turno no me dejaba repreguntar ni pa Dios. Doña Maleni descargó su furia ministerial sobre ella, sin dejarnos claro si por el segundo puente irá un tren de cercanías, el AVE, un pollo correcaminos, la tartana de la Wells Fargo, un metro ligero, un tranvía como los de San Francisco, o un carril para hacer jogging. Lo siento querida Ana, si me dejan el micro, nos pasamos un ratito divertido. No más preguntas, por favor. Y desmontaron la jaima. Por cierto, ni canapés, ni refrescos. A comer, a casa, coño.