En más de una ocasión se ha recordado a la clase política en general y, particularmente, a diferentes gobiernos de España y de las Comunidades Autónomas, que las aplicaciones de indemnizaciones, reparaciones y homenajes a los represaliados del franquismo han sido "racanas" tanto por las cantidades a percibir como por los escasos y escasas supervivientes (tardó demasiado en ponerse en marcha el proceso), pero también "excluyente" hacía muchos colectivos de ciudadanos que eran apartados por ¿ignorancia? o temor al que diran. El colectivo de homosexuales era, y aún lo es, uno de ellos. Pero hay algunos más.El autor, Antonio Gutiérrez Dorado, de este artículo de Cuadernos para el Diálogo (en los kioskos a partir de hoy 17 de Julio de 2006), es nieto de Antonio Dorado Luque, parlamentario socialista fusilado el 30 de Julio de 1936 en Córdoba, y mantiene un "pulso" con el Estado español -incluida una denuncia ante el Fiscal General- por el total esclarecimiento del asesinato de su abuelo.
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