26 feb 2007

Delphi somos todos ¿y astilleros?

Dice la camarada (este Barroso es contagioso) Lalia González-Santiago, directora del periódico de Vocento en Cádiz, que "Delphi somos todos". No. No somos todos, porque no todos se implican en descubrir las verdaderas responsabilidades en esta crisis, por acción o por omisión ¿verdad Lalia? Mira que te diga, me gusta la información, el estilo de Fernando Rufo en el Diario de Cádiz. Si no lo frenan pronto, léelo pero hazlo un par de veces y saca conclusiones. Esta tarde, cuando todos los periodistas habían guardado los enseres propios de la profesión, me quedé mirando esta imagen (gracias, querida Nikon). Es el desierto de la bahía. Miren, qué quieren que les diga, me encanta que venga Lalia González Santiago diciéndonos que Delphi somos todos y nos regale una minipancarta (como en los foros protestones), pero ¿y astilleros? ¿quien carajo se acuerda de la reconversión naval? ¿de los fijos y los auxiliares? los que no salen en las estadísticas. Que sí Lalia, que ya sé que lo dices con ese cariño literario con el que diriges el periódico alternativo a los Joly. Genial, pero vamos a ver, ¿que tal si preguntamos en voz alta en la bahía por el plan de relanzamieno industrial que tenían que haber puesto en marcha (los tuyos o los nuestros, qué mas dá)? para ver a que se van a dedicar los excelentes profesionales que, sin capacidad para acogerse a las prejubilaciones, tendrán que buscarse la vida. Mira Lalia, estimadadirectoradeLaVoz (algún día me contarás tomando un cafelito), la imagen de este comentario es lo que nos espera si no reclamamos (antes, ahora y mañana) un plan para relanzarnos. Un impulso, vamos, y te juro que nada tiene que ver con la Teo. Esto está mú chungo, querida camarada, así que vamos a contar verdades como puños, con espinas como rosas. A arremangarse, que viene curva. Según informaciones recogidas por El Confidencial Digital, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, conocía tres semanas antes del cierre que el hecho se iba a producir. Y la Junta de Andalucía sabía que era inevitable desde hace tres años. Más aún, presionó, aunque en vano, para que la clausura no se produjera hasta el mes de junio, es decir, una vez pasados los comicios del 27 de mayo.


Informe en el suplemento NUEVA ECONOMIA, de EL MUNDO DE ANDALUCIA