Nuevos cometidos, nuevos enfoques. Este blog va a experimentar cambios, será un blog en ruta, con las sensaciones, las imágenes y los sentimientos de un viaje que comienza por toda Andalucía. Estoy en Almería, la tierra de mi padre. Y la actualidad política aquí es tan vertiginosa como en cualquier provincia. Las comunicaciones transversales en Andalucía son necesarias, estrechan lazos culturales y, sobre todo, comerciales. Buen asunto para el debate de las autonómicas, que nos hurtarán solapándolas con las nacionales, como siempre hace Chaves. No es lógico que haya que pasar seis horas en trenes nada acordes con los tiempos que vivimos para ir de Cádiz a Almería y viceversa. He venido por la A92 y el paisaje es muy especial. Conectado con Radio 5 en AM. La Onda Media, la única que no se pierde por estos parajes. Si hubiera llegado dos días antes habría podido hablar con Antonio Garrigues, que en Almería ha reunido a decenas de empresarios interesados en su experiencia y en la necesidad de incorporar la formación como algo imprescindible en sus ejercicios fiscales. Hay que invertir en formación. La provincia tiene un problema de imagen en el exterior, el dinamismo que aquí se aprecia es superior a otras provincias andaluzas, pero no se conoce fuera. Al pasar por Nacimiento me he detenido unos minutos en Las Alcubillas, la tierra en la que mi familia, huyendo de los nazis en Francia, se refugió en la dictadura. Tiempos duros, la aldea está casi vacia. Manuel, primo de mi padre, me dice que los fines de semana sí, que se reúnen los que viven fuera y pasan un buen rato tomando un buen vino, de Almería. Tiene un invernadero. Vive en El Ejido, "no veas la que hay montada con el concierto de los Rolling Stones". Almería me trae más recuerdos, y este clima, pegajoso y agradable, la bruma y el sol, que se ha colado a las siete de la mañana por la ventana del hotel. Gracias a Dios.