A base de palos no se aprende, eso creen los energúmenos. Se aprende con cariño, con tolerancia y dejando fluir la vida como si fuera un libro, pasando páginas, cerrando capítulos. Sin más historias. Este post se lo dedico a dos viejos amigos, M. y P., para que superen los episodios que viven estos días. Los dos necesitan libertad. Desapego, nada es para siempre, solo hay una vida...no merece la pena.