14 jul 2007

Bienvenida Mrs Marian


Así me sentí ayer en la visita de Mariann Fischer, la comisaria europea de Agricultura y Desarrollo Rural. Ahí estaban, los prohombres del jerez y de Jerez (¿no hay mujeres al mando en este sector?, preguntó la comisaria danesa), enseñándole a la comisaria sus poderes. La viña, El Majuelo, preciosa, estandarte de los Domecq hoy de esa multinacional que no recuerdo, porque no quiero. Luego paseíto por el alambique que produce el Lepanto, copita bajo la ola de calor africano, paseo con el trenecito, pijo bodeguero repeinado que le da la mano al periodista ávido de información (te follen chaval, comes en casa cabrón, que no estás en la lista). Escoltas y resto del séquito que se buscan la vida porque los organizadores de la visita privada, me cuentan, no tuvieron en cuenta el pequeño detalle de cumplimentar a los que colaboran para hacerlo todo posible. Sinceramente, eso, en mis tiempos de Madrid no pasaba nunca. Al final, dicen que la Junta corrió con los gastos. Estos jerezanitos reserva espiritual de occidente me tocan los cataplines cantidubi. Y encima esperarían que Mrs Fischer cambiara de actitud, aunque queden ocho meses para el parto de esta OCM del vino. Y la danesa, chula, se descojona de que los periodistas españoles exijan cascos con traducción simultánea. Pues no deliciosa abuelita, los lobitos hablan inglés, pero a nivel de usuario. Graciosa la abuela. Y un calor del diablo. Hasta luego Lucas.