La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz (PP), está preocupada, porque ayer El País, magnificando los datos de la Fiscalía General del Estado usó el concepto "efecto Marbella" para referirse al grave problema de la corrupción inmobiliaria. Tiene razón, pero los medios del "nuevo régimen", alguno temporalmente cabreado con ZP por cuestiones de pasta y fútbol, no suelen hablar del "efecto Chiclana", peor si cabe porque en este caso no es el GIL el responsable sino el PSOE, que desde 1979 a 2007 ha venido gobernando Chiclana sin que haya logrado poner freno a la proliferación de viviendas ilegales (de 35.000 a 40.000). Pero Chiclana no interesa a esos medios, para nada. Allí no pasa nada, simplemente que un puñado de concejales de diversos partidos intentan remediar el caos creado desde 1979. Ahí es nada ver a IU y PP juntos gobernando para acabar con tantas irregularidades. "Desgraciadamente hay muchos casos en España de localidades afectadas por la corrupción y habrá que actuar con toda la contundencia, pero me parece injusto y lamento que se utilice el nombre de Marbella para hablar de estas situaciones", le dijo ayer a la periodista Juana Viúdez, del diario de Prisa en Málaga.