Cuando dije, en EL ECONOMISTA, que la solución a Delphi vendría del cielo, algunos esbozaron una sonrisisa jilipollas que, con los meses se le ha borrado por completo, dando paso a una mueca de estupefacción. Fue en la última Feria del Caballo, tras un encuentro nada casual entre el entonces presidente del comité de empresa de Delphi, Antonio Pina, con el director de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno, David Taguas. Fue en la feriqa y algo tuvieron que ver el edil socialista Juan Manuel García Bermúdez y la propia alcaldesa, Pilar Sánchez. Conté en exclusiva (es la verdad, no hay que ocultarla) que habría solución, que todo pasaría por el sector aeronáutico. Y no me equivoqué por dos razones, porque la fuente era solvente y digna de todo crédito, tal como el tiempo ha venido a demostrar. Por eso, no me ha extrañado que el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, afirmara ayer que existen posibilidades «bastante realistas» de que se amplíen algunas inversiones relacionadas con el grupo aeronáutico europeo EADS en la Bahía de Cádiz, donde el consorcio tiene dos factorías. "Hay posibilidades bastante realistas de que se amplíen las inversiones en el sector aeronáutico. Estamos esperando la culminación de alguna negociación que pueda dar buenos resultados y buenas noticias en esta dirección», dijo Clos a los medios de comunicación tras comparecer en la Comisión de Industria del Congreso.
El titular de Industria eludió dar detalles sobre las factorías, proyectos o empresas que podrían estar implicadas en las futuras inversiones. Joan Clos recordó que a raíz de Delphi se preparó un plan para impulsar la actividad económica de la zona con un presupuesto de 100 millones y destacó que, dentro de esta estrategia, la industria aeronáutica está llamada a tener un «reforzamiento importante en el futuro».
EADS, en la que España tiene un 5 por ciento a través de la SEPI, tiene dos factorías en la Bahía de Cádiz, una en el Puerto de Santa María y otra en Puerto Real, que construye varios componentes del avión de Airbus A380. Airbus debe iniciar la construcción de su nuevo avión A350, del que ya ha recibido los primeros pedidos. Durante su intervención ante la Comisión, el titular de Industria reiteró que España tiene interés en incrementar su peso en los proyectos industriales de EADS y «no tanto en elevar el peso accionarial», y destacó la competitividad de las plantas españolas. Clos indicó que las factorías españolas han salido «bien paradas» de la crisis en el gigante aeronáutico europeo y de su plan de ajuste (Power 8) y señaló que España está en condiciones de aumentar su porcentaje de participación en los nuevos proyectos.