Que hayan pasado doce horas sin que Telefónica le arregle una avería en su ADSL asociado a un número de teléfono es algo normal por lo visto y que la operadora de Telemarketing le suelte una retahíla tal que si quiere que mande un fax y tal y tal, lo normal. Pero lo que resulta sospechoso es que usted, al enfadarse, haga constar su enfado y luego, al volver a llamar para presentar la reclamación, una voz con acento sudaca (no ven algo peyorativo en ello) le suelte: "Considero que esta llamada es errónea, la doy por concluida" y ustedes se van a tomar por c... directamente. ¿Quien defiende a los usuarios? Monstruos.