(Viñeta del blog Caná Sú)
Lo cuenta el periodista Sebastián Torres y hoy no nos podemos perder EL MUNDO DE ANDALUCIA: La prueba clave de la defensa en el proceso de Manuel Chaves contra EL MUNDO ha desaparecido de los juzgados de Sevilla. Se trata del vídeo en el que un supuesto espía acusa al presidente de la Junta de Andalucía y al secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, de estar detrás del espionaje al ex presidente de la Caja San Fernando, información que publicó EL MUNDO.
Había dos copias de la cinta, ambas estaban en posesión de los juzgados y las dos han desaparecido: una, aportada por el ex presidente de la caja de ahorros, ha sido robada de la caja fuerte del Juzgado de Instrucción 1 y la otra, entregada en su día al juez por los periodistas, no se ha encontrado aún. La cuarta sesión del juicio en el que Chaves ha sentado en el banquillo al director de EL MUNDO de Andalucía, Francisco Rosell, y al redactor jefe Javier Caraballo se tuvo que suspender ante la desaparición de esta prueba.
Había dos copias de la cinta, ambas estaban en posesión de los juzgados y las dos han desaparecido: una, aportada por el ex presidente de la caja de ahorros, ha sido robada de la caja fuerte del Juzgado de Instrucción 1 y la otra, entregada en su día al juez por los periodistas, no se ha encontrado aún. La cuarta sesión del juicio en el que Chaves ha sentado en el banquillo al director de EL MUNDO de Andalucía, Francisco Rosell, y al redactor jefe Javier Caraballo se tuvo que suspender ante la desaparición de esta prueba.
La sesión se reanudará el jueves a las 9.30 horas, con la esperanza de que, de aquí a entonces, se logre localizar al menos la cinta que entregó EL MUNDO y que, en teoría, debería estar en el depósito de piezas del decanato de los juzgados.
De no aparecer, la abogada de los dos periodistas acusados, Cristina Peña, ha advertido de que pedirá "la nulidad de las actuaciones", que, según explicó, deberían volver "al momento de la desaparición del vídeo de la caja fuerte del juzgado"
A la espera de que esta segunda cinta de vídeo VHS aparezca o no, lo cierto es que al menos una de las dos ha sido robada. En concreto, la copia que Juan Manuel López Benjumea, el ex presidente de la Caja San Fernando, entregó a la Policía Nacional cuando denunció que estaba siendo espiado y que los agentes, posteriormente, trasladaron al juzgado de Instrucción 1.
La desaparición tuvo lugar hace más de dos años, a finales de julio de 2005, pero los abogados de EL MUNDO y de López Benjumea –las dos partes que aportaron las cintas– no han tenido conocimiento de ello hasta ahora. Los ladrones se llevaron el vídeo, pero dejaron en la caja fuerte las joyas que había, por lo que cabe pensar que la cinta fuera el objeto expreso del robo.
El robo se perpetró entre la tarde del 26 y la mañana del 27 de julio de 2007 y se produjo en extrañas circunstancias. El día 27, el secretario del juzgado de Instrucción 1 de Sevilla, donde se seguían las diligencias por la querella de Chaves contra EL MUNDO, denunció ante el juzgado de guardia que esa misma mañana, al llegar a su despacho, había encontrado algunas cosas cambiadas de lugar, "como si hubieran estado registrando".
Habían forzado la cerradura de los cajones de la mesa del secretario; habían roto un sobre con llaves, pero éstas seguían allí; una regla que estaba guardada en el cajón apareció en el suelo; un armario estaba abierto con las llaves puestas, cuando éstas estaban guardadas "en un habitáculo" del despacho. Es decir, se había producido un registro en toda regla pero, aparentemente, nada había desaparecido.
"Como hecho más grave", el secretario denunció la desaparición de la llave de la caja fuerte del juzgado, "que estaba guardada". Como la caja fuerte estaba cerrada, el secretario ignoraba si había sido abierta, lo que era posible, porque la combinación estaba "anulada desde hace mucho tiempo". Como los objetos más destacables que había en su interior, el secretario se refirió a "joyas". Varios días más tarde, el 4 de agosto de 2005, una empresa especializada procedió a abrir la caja fuerte, según el "acta de desprecinto y apertura" a la que ha tenido acceso este periódico. En ese momento, se cambió la ceradura y se le entregaron al secretario del juzgado dos nuevas llaves. Éste comprobó el interior de la caja fuerte, "echando a faltar una cinta de vídeo", la del supuesto espionaje de la Caja San Fernando, y nada más, "a simple vista". La cinta, según la información que facilita el secretario del juzgado en dicha acta, se encontraba en la caja fuerte desde que fue "extraída" del depósito de piezas "para visionar su contenido".
No todos los juzgados de Sevilla tienen caja fuerte, pero sí algunos como éste de Instrucción 1. Se trata de una caja de pie, no empotrada en la pared, que se abre sólo con llave y sin combinación. Fuentes judiciales consultadas por EL MUNDO señalaron que es el único robo, al menos en los últimos ocho años, que ha padecido el juzgado de Instrucción 1 y su caja fuerte.
De no aparecer, la abogada de los dos periodistas acusados, Cristina Peña, ha advertido de que pedirá "la nulidad de las actuaciones", que, según explicó, deberían volver "al momento de la desaparición del vídeo de la caja fuerte del juzgado"
A la espera de que esta segunda cinta de vídeo VHS aparezca o no, lo cierto es que al menos una de las dos ha sido robada. En concreto, la copia que Juan Manuel López Benjumea, el ex presidente de la Caja San Fernando, entregó a la Policía Nacional cuando denunció que estaba siendo espiado y que los agentes, posteriormente, trasladaron al juzgado de Instrucción 1.
La desaparición tuvo lugar hace más de dos años, a finales de julio de 2005, pero los abogados de EL MUNDO y de López Benjumea –las dos partes que aportaron las cintas– no han tenido conocimiento de ello hasta ahora. Los ladrones se llevaron el vídeo, pero dejaron en la caja fuerte las joyas que había, por lo que cabe pensar que la cinta fuera el objeto expreso del robo.
El robo se perpetró entre la tarde del 26 y la mañana del 27 de julio de 2007 y se produjo en extrañas circunstancias. El día 27, el secretario del juzgado de Instrucción 1 de Sevilla, donde se seguían las diligencias por la querella de Chaves contra EL MUNDO, denunció ante el juzgado de guardia que esa misma mañana, al llegar a su despacho, había encontrado algunas cosas cambiadas de lugar, "como si hubieran estado registrando".
Habían forzado la cerradura de los cajones de la mesa del secretario; habían roto un sobre con llaves, pero éstas seguían allí; una regla que estaba guardada en el cajón apareció en el suelo; un armario estaba abierto con las llaves puestas, cuando éstas estaban guardadas "en un habitáculo" del despacho. Es decir, se había producido un registro en toda regla pero, aparentemente, nada había desaparecido.
"Como hecho más grave", el secretario denunció la desaparición de la llave de la caja fuerte del juzgado, "que estaba guardada". Como la caja fuerte estaba cerrada, el secretario ignoraba si había sido abierta, lo que era posible, porque la combinación estaba "anulada desde hace mucho tiempo". Como los objetos más destacables que había en su interior, el secretario se refirió a "joyas". Varios días más tarde, el 4 de agosto de 2005, una empresa especializada procedió a abrir la caja fuerte, según el "acta de desprecinto y apertura" a la que ha tenido acceso este periódico. En ese momento, se cambió la ceradura y se le entregaron al secretario del juzgado dos nuevas llaves. Éste comprobó el interior de la caja fuerte, "echando a faltar una cinta de vídeo", la del supuesto espionaje de la Caja San Fernando, y nada más, "a simple vista". La cinta, según la información que facilita el secretario del juzgado en dicha acta, se encontraba en la caja fuerte desde que fue "extraída" del depósito de piezas "para visionar su contenido".
No todos los juzgados de Sevilla tienen caja fuerte, pero sí algunos como éste de Instrucción 1. Se trata de una caja de pie, no empotrada en la pared, que se abre sólo con llave y sin combinación. Fuentes judiciales consultadas por EL MUNDO señalaron que es el único robo, al menos en los últimos ocho años, que ha padecido el juzgado de Instrucción 1 y su caja fuerte.
SOLO ME QUEDA AÑADIR UNA COSA: A-CO-JO-NANTE