En días como éste, cuando sabes algo que no puedes ni debes contar, que te quema en el ordenador, sientes ganas de salir pitando, tomarte un par de Jacks dobles y buscar a tu mejor amigo/a para decirle: "Eh, oye, ¿quieres saber una cosa? Pero no se lo puedes contar a nadie...Y saber que ese buen amigo/a no se lo va a contar a nadie porque es capaz de dar la vida por tí. Hay buenos amigos. Tengo pocos, los justos. ¿Conocidos? Muchos. ¿Colegas? Algunos. Pero amigos como Pedro y Lola, pocos, a los que desde este blog quiero dedicar un saludo cariñoso, lleno de pastelitos árabes, buen bourbon y Cruzcampo. Verán. Pedro no me falló cuando tuvo lugar mi salida de Onda Cádiz, en un episodio triste para quienes lo decidieron, él estuvo a mi lado, con Mary, observando lo que ocurrió y sonrojando a aquellos que difìcilmente me van a olvidar nunca porque quizás no tengan corazón, pero si memoria y ojalá, por eso, nunca padezcan Alzheimer. Yo, a día de hoy, os cuento que todo eso es agua pasada. Pedro sigue peleando con su web "Por Andalucía Libre" y va ganando batallitas de convicción, fundamentales para sentirse bien por las mañanas. Esta noche me acuerdo de ellos porque les queremos mucho, apreciamos su sentido de la felicidad (bellas noches escuchando la radio, con algunas birras de más), pero sobre todo porque un día hicieron lo que tenían que hacer. Pedro es testigo de cargo, la carga la llevan otros, para toda la vida. Yo os deseo, Pedro y Lola, amigos míos, toda suerte de éxitos en la vida. Y si hace falta, un toque al teléfono y allí estaré, estaremos muchos. Que os guste el viejo Van Morrison, "Days like this". Y la de Bon Jovi