"Alfredo Pérez Rubalcaba ha venido para quedarse". Desde que escuché esa frase en la boca de un locuaz dirigente socialista gaditano no he parado de pensar en ella. Bibiana Aido es un nombre, una candidata, un posible relevo capitalino, pero quizás no el peso pesado que necesita el PSOE para gobernar la capital gaditana. Sería una primera teniente de alcalde y tiene tres años para pelear por ello desde la excelente plataforma del Parlamento Andaluz. Es una hipótesis, simplemente, una idea. APR tiene tres años en los que se van a consumar en Cádiz grandes inversiones (espero que tan a prisa como el ensanche de la carretera desde el cruce de Puerto Real al puente Carranza), que el PSOE -si supera con éxito el trance del 9 de marzo- rentabilizará con grandes fuegos de artificio mediáticos y la hoja de ruta para esos casos. Tiene Pérez Rubalcaba algunas cosas a favor. Es de Cantabria (¿y qué? Teo también lo es y gana por goleada sin problema alguno). Es uno de los pesos pesados del PSOE (¿magnífico retiro al sur, en la ciudad constitucional?). ¿Experiencia? (sobrada, conocida y suficiente). ¿No conoce Cádiz? (Sin problemas, tiene tres años para enterarse bien y defender los grandes asuntos de la provincia que no le va a dejar que se olvide de ellos, menudos somos aquí). ¿Querrá? (A nadie le amarga el dulce, claro, infringiendo una derrota a la dama acerada del PP andaluz) ¿Y su familia? (En este terreno no sé nada, la verdad) ¿Ganaría? (Eso está por ver, porque Teófila puede experimentar sensibles novedades en su trayectoria política, en función de los resultados en Andalucía) ¿Es un buen candidato? (Hay una encuesta dando vueltas por ahí). Puede ser, todo puede ocurrir tras el 9 de marzo, la verdad, aunque los nacionalistas tienen un pacto oculto que no tardará en conocerse, en su momento justo, para inclinar un poco más la balanza electoral.
Hoy dará una rueda de prensa en Cádiz el secretario general del PSOE gaditano, Francisco González Cabaña. Conviene no perdérsela porque parece que lleva algo sorprendente bajo el brazo. Eso dicen...