Cuando leas esto pensarás que lo he escrito para tí. Y no, no te equivocas. Te he mirado mientras dormías y he dado gracias a Dios por tantas cosas. Cuando leas esto pensarás que estoy loco, que lo he escrito a altas horas de la madrugada, que no entiendes como me levanto siempre tan temprano para analizar la actualidad, y es cierto. Probablemente, cuando leas esto ya lleves algunas horas dando vueltas por la casa o tu despacho. Eso que te habrás perdido ¿Lo habrías visto antes? Da igual. No te preocupes por nada, todo sale adelante con ilusión y esfuerzo. No hay más remedio. Diana Krall, nunca me canso de escucharla, se pregunta por qué diablos debería preocuparse. No lo hagas tú, cierra los ojos, sepárate de lo que te rodea unos minutos, elévate sobre la miseria que tanto detestamos tú y yo, sobre la mediocridad que nos abruma a diario. Esto lo he escrito para tí. Y para nadie más, aunque si te apetece a tí, y sabes que no es para tí, quédatelo.