28 may 2008

Carmen Martínez, dando ejemplo en la ciudad

Conozco a Carmen Martínez (la cuarta teniente de alcalde) desde hace tiempo y creo que fui de los primeros que vieron algo en ella, materia política de primera y además en el olvidado (ahora ya menos) entorno rural jerezano. Y así recordará que se lo dije su marido, mi buen amigo de tertulias Salvador Pineda (de UAGA), cuya incorporación al paisaje informativo de la ciudad me costó algún sinsabor con Asaja. A Carmen Martínez, eso creo, no se le ha subido el cargo a la cabeza, todo lo contrario. Y cada día, pasando de coche oficial y protocolo, va y agarra la bicicleta -la suya- y despacha con la alcaldesa en el Consistorio. Luego, la concejala socialista pedalea camino de su delegación de Medio Rural, (asimismo tiene delegadas por la Alcaldía las competencias en materia de Desarrollo Agroidustrial y Rural). A veces se raya un poco Pepe Bouza -el director municipal de Comunicación- cuando, y lo siento, le digo que en ocasiones falla la comunicación al ciudadano (catastro, by example). Pues con Carmen no ha habido suerte. Es una pena que con tanto tiempo y tantos recursos humanos y técnicos, no podamos conocer un poco más el perfil personal de nuestros ediles (todos, de todos los partidos). A eso, también, se debe dedicar un medio público, querido Pedro Rollán. Hoy, cuando le hacía la foto bloguera con mi Nikon, tras una completita rueda de prensa municipal, Carmen se sorprendió, pero la verdad es que ella refleja, con su bici, una de las mejores imágenes de frescura de un gobierno municipal que lucha contra la herencia recibida de Pacheco y los obstáculos antisistema (que para eso están Pilar). Las dificultades hacen que nos superemos día a día. Naturalmente que no todo lo hacen bien, pero a veces me gustaría enterarme de lo que nos cuentan, de esas sorpresas heredadas, colarme en una comisión de gobierno calentita de temas. Y como tenemos concejala con bici, a ver si ponemos en marcha un carril en condiciones (el mejor ejemplo está ahora en Sevilla). Pedalea Carmen, no hay otra forma de llegar a la meta.