Felipe González, ex presidente del Gobierno y presidente del Consejo Asesor de la UE no pasó ayer desapercibido en Sevilla. Porque para él, sin complejos ni disciplinas de partido, existe la crisis. Habló de ella todo lo que quiso y pudo. Se podrá o no estar de acuerdo con él, asumir sus gravísimos errores (el principal no atajar la corrupción hasta que fue demasiado tarde), pero la talla política de González es indudable, sobre todo dado el nivelazo que nos rodea últimamente. Veamos, González mantiene que un político dice más verdades conforme va teniendo menos responsabilidades. Y eso va con él. Ayer le escuché, sin miedo alguno, proponer la reapertura del debate sobre el uso de la energía nuclear, como una de las alternativas a la crisis energética. (Fotos: Fernando Ruso)
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