Hoy me toca. Ha pasado un año, miles de kilómetros por toda Andalucía, decenas de noticias, de fotos (muchas han quedado para siempre en el blog de Amiguetti, que se va curtiendo al sol de Marbella), cientos de historias, de emprendedores, de amigos y amigas que se buscan la vida y quizás pasen de largo. De todas las entrevistas, la del premio nobel Carlo Rubbia, en el patio de un céntrico hotel sevillano, durante las jornadas del Cambio Climático, con Al Gore, fue muy especial. Por el ambiente, las buenas fotos de Javi, convertir aquel patio en una mesa de trabajo de EL ECONOMISTA, como a veces lo hago con muchos lugares de Andalucía. Siempre encuentro un hueco, con enchufe, un camarero comprensivo y buenas vistas a la ciudad. O un parque, o un merendero donde conectarme a Millenium y completar la maqueta. Compruebo, con tristeza, las reticencias de muchos compañeros de profesión a optimizar su trabajo con los recursos que te proporciona la sociedad de la información. Pero no queda otro camino hermanos. Os lo aseguro. Mi primer portátil, en los ochenta, fue un Bondwell. Fue en Diario 16 Andalucía. Hoy viajo con mi HP, la Blackberry y un Nokia n70, y una ADSL móvil de Movistar. Y mi coche. Ya llegará la vuelta al despacho. Verás, lo de la redacción física es pasado. Hay que pasar por ella lo justo, teletrabajar, cumplir objetivos diarios y conciliar todo lo posible. Porque eso, querido amigo, al final es lo verdaderamente importante. Lo que importa en la vida es no perderla. La canción de Hilario es una de mis favoritas. Ayer tuve un interesante encuentro, son duros estos amigos mios...pero triunfarán, seguro.