11 jun 2008

Y ahora, un muerto sobre la mesa

Menuda jornada la de ayer, Dios mio, tan triste. Por muchas razones. No quiero creer que se haya tensionado la cuerda para que hoy, en la sesión de control, el presidente Zapatero se marque el punto de anunciar el acuerdo que ponga fin a las protestas. Sea como sea, sobre la mesa hay ya un muerto ¿Importa eso? A mi sí, y mucho. Y creo que nuestros dirigentes tienen corazón, aunque lo dude en ocasiones. Este ZP tiene que agarrar el toro por los cuernos y, como se ha hecho en algunos países, adoptar medidas de futuro, nada de parches. Y valientes. Lleva tiempo suficiente para saber lo que tiene que hacer. Y confío en ello, incluso en que asuma algunas de las medidas que hoy le propondrá Mariano Rajoy. A mí, Magdalena Álvarez, la titular de Fomento, no me hace la más mínima gracia últimamente, y menos ese aire de autosuficiencia con el que trata a los que administra, y primero a los periodistas... Por favor, ministra, si había una posibilidad de acuerdo ¿por qué no se ha usado antes, la pasada semana, para evitar este sinvivir del desabastecimiento feroz, para evitar ese muerto? A ver, si no hubiera habido paro, Julio Cervilla Sojo, de 47 años, estaría vivo. Y ya sé que son los otros los que han convocado las protestas, pero era tu obligación no haber dejado que este paro se convocara. Es que así son las cosas. La memoria de este hombre, su muerte, tiene que servir para que hoy nuestra clase política y los dirigentes de la protesta encuentren una salida, o varias, porque hay demasiados problemas en uno. Y para que el Gobierno se deje de estupideces de desaceleración y admita que tenemos encima una crisis de tomo y lomo. Y que nos proponga cómo hacerle frente, porque los españoles -aquellos que no tenemos miedo en llamarnos así- sabemos responder cuando es necesario. Aquí, en Cádiz, en la cuna de la libertad, le echamos siempre un par de cojones (lo siento, si te duele no sigas...) cuando la ocasión lo reclama. En mi pueblo, querido presidente, esa circunscripción donde encuentras ministras y aplausos sin esfuerzo, sabemos estar a la altura (pregúntale a los franceses) y de crisis, tenemos un máster y el culo curtido de sentarnos a esperar. Somos buena gente, hasta que dejemos de serlo, coño. Pero pónte en marcha, presidente, pónte en marcha...Hay crisis y ¿hay soluciones en España?