Puede que tengamos otros asuntos en España, pero sigo con atención lo que está a punto de pasar en Nueva Orleans, con los efectos del Katrina en sus calles y almas, de los que intenta recuperarse. El alcalde de Nueva Orleans, el afromericano Ray Nagin, ordenó anoche la evacuación de la ciudad estadounidense ante la inminente llegada del huracán 'Gustav', al que denominó "la madre de todas las tormentas, la tormenta del siglo". Gustav es algo serio.
Miles de personas viven en trailers o en edificaciones humildes, inseguras, y se enfrentan de nuevo a un drama: evacuar su ciudad. La trayectoria de Gustav es muy similar a la del Katrina. Dicen que más de medio millón de personas del sur de Luisiana (EEUU) han iniciado un nuevo éxodo, tres años después del huracán "Katrina", para huir en esta ocasión del temido ciclón 'Gustav'. En las próximas horas. La mayor parte de la ciudad se encuentra bajo el nivel del mar. Está flanqueada por el río Misisipí y el lago Pontchartrain, de manera que debe protegerse mediante diques. Tengo la impresión de que este asunto va a tener influencia en la marcha de la campaña presidencial. Después del desastre de cobertura que tuvo el Katrina por parte de la Administración Bush, todo el mundo va a estar muy atento.
El actual presidente de de los Estados Unidos, George W. Bush, declaró este pasado viernes el estado de emergencia en Luisiana y ordenó que 3.000 efectivos de la Guardia Nacional se prepararan para la llegada de 'Gustav', que ha cumplido su amenaza y ya se ha convertido en huracán. La llegada del 'Gustav' coincide, para más inri, con el fatídico aniversario del huracán 'Katrina' que devastó la región hace tres años. No existen industrias, como no sea la más bien precaria de la reconstrucción, la criminalidad ha aumentado y más de 200.000 personas han optado por abandonar definitivamente la ciudad y su periferia para marcharse a vivir a otras ciudades o zonas más seguras. Recuerdo lo que escribí el 2 de septiembre de 2005 en mi blog.
