19 sept 2008

El valor del apoyo de Javier Bardem a los saharauis



No sé si realmente nos ha llamado estúpidos o no por haberle criticado por su oportunismo cuando lo de la guerra de Irak y las pancartas. No me importa. Y tampoco me impresiona que Francis Ford Coppola, le haya descrito como "el actor más valiente del mundo", a la altura de Robert De Niro, Al Pacino o Jack Nicholson. No. Tampoco que en el marco del Festival de Cine de San Sebastián, de manos del ministro de Cultura, César Antonio Molina, haya recibido el Premio Nacional de Cinematografía, pero si me alegro mucho que haya querido compartir el premio (30.000 euros) con el pueblo saharaui, con la AISGE (Artistas Interpretes Sociedad de Gestión) y con su amigo y "maestro" Juan Carlos Corazza, para crear "un futuro proyecto común de investigación y desarrollo" relacionado con el arte de la interpretación. El éxito no es triunfo de la casualidad, como ha dicho hoy el ministro y que Javier Bardem vaya a compartir el premio con los olvidados saharauis no es algo casual. Pero... El actor sabe que ese asunto -dadas las cordialísimas relaciones de nuestro actual Gobierno y Casa Real con Marruecos- levanta ampollas. Y también que, de momento, escasos compromisos gubernamentales ha arrancado la plataforma Todos con el Sahara. Pero la simple mención va a provocar, seguro, que se vuelva a hablar de la causa saharaui. Ahora bien, si lo que Javier Bardem quiere es llamar la atención de verdad, lo que debería hacer -con un par- es trasladarse de nuevo a los campamentos, a Tinduf, con Penélope Cruz y todos sus amigos, y convocar una rueda de prensa internacional vía satélite allí, en pleno desierto del Sahara, para defender los derechos de esta gente, que muchos nos resistimos a olvidar. Entonces si que le voy a manifestar mi apoyo eterno. Pero repartir esa pasta quedando bien de boquilla, no cuela. Javier, te esperamos ahora dando la cara ante todo el mundo, de nuevo, aprovechando la coyuntura. Y tampoco vendría mal que algún director de Hollywood hiciera algo sobre los saharauis, quizás contigo como nuevo Lawrence de Arabia, defendiendo la causa saharaui. Entonces, estimado Javier, me puedes llamar para lo que quieras, porque allí estaré sin dudarlo. Me cuentas que la situación empeora año tras año, que el proceso de paz está bloqueado y eso afecta especialmente a los más débiles. Mujeres, niños y ancianos. Que hay 200.000 personas que fueron españolas abandonadas en el desierto desde hace 33 años. Si Javier Bardem se encuentra pronto con el presidente español Zapatero estaría bien que le arrancara un gesto, el reconocimiento del estatus diplomático del Frente Polisario, un acuerdo de solidaridad con esa ciudadanía, la misma que en Andalucía tenemos año con cientos de niños, ya ciudadanos andaluces en nuestro corazón. Eso, querido Javier, te lo debe Zapatero.
(¿Más?: En Ecodiario) (Televisión de la RASD)