20 sept 2008

Una noche feliz


"Mejor quisiera estar muerto
que preso para toda mi vida
en este penal del puerto, Puerto de Santa María"



El Penal de El Puerto cobró fama durante los años de la II República española y el franquismo, al albergar entre sus muros presos políticos de relevancia nacional, como Ramón Rubial, presidente del PSOE o Lluís Companys, ex presidente de la Generalidad de Cataluña, y delincuentes de gran popularidad, como El Lute. Pero el Claustro del Monasterio de la Victoria, que albergara parte del penal, ha cobrado vida hoy, aunque yo nunca habría organizado un acto en un lugar lleno de penas y dolor. Pero hay que pasar página siempre. Sin embargo uno, al pasear por el claustro, entre cientos de personas (más de mil quinientos invitados), no puede evitar sentir algo muy especial. Pero lo importante es que la alegría, el buen espíritu -supongo-impregnó anoche esas paredes. La escritora Almudena Grandes, el economista y diseñador Pedro Álvarez, el jugador de golf Juan Quirós y el Foro Cádiz 2012 fueron anoche los galardonados con los premios La Voz 2008 tras la votación realizada por los periodistas que integran la redacción de este rotativo. No voy a hacer la crónica (lean la edición digital) del acto, pero sí haré algunas reflexiones. La Voz de Cádiz, Vocento, tiene ahora una capacidad de convocatoria, una base de datos, y un grupo mediático, capaz de hacer lo que anoche hizo, autoridades incluidas. En ese sentido debe dolerle mucho al Diario de Cádiz, y al grupo Joly, que hace tiempo que no consiguen un éxito social como el de anoche. Otra cosa son las ventas, claro, terreno farragoso. Y complicado en tiempos de crisis (los equipos de publicidad en todos los medios las están pasando canutas), con lo que la publicidad institucional es una vía de ayuda más necesaria ahora que nunca. Asistir a un acto de otros compañeros de profesión es algo grato por dos razones, la primera porque la vida es breve y conviene decirles a todos lo que quieres decirles. Compartir un rato con ellos. La segunda porque te encuentras con las personas que están detrás de un nombre, unas iniciales o la redacción, a secas. Ellos son el periódico, de verdad. Me lo he pasado bien, y los resultados de tantas charlas, tantas confidencias y apretones de manos lo iréis viendo poco a poco. Porque ¿qué puede hacer un periodista entre tanta gente con tantas cosas que contar? Enterarse y beber lo justo. No he podido saludar a la directora de La Voz, Lalia González-Santiago, anoche tan feliz como Marisol en la canción. Los socialistas, legión, estaban doblemente contentos. Todo el protagonismo para ellos ¿boicot del PP? Nada de nada, es que todos están en Córdoba. No diré con quien hablé, pero si os contaré este fin de semana algunos asuntos.