Son días complicados para quienes defienden los valores por encima de la inmundicia que nos rodea. Hace tiempo que no caía en la cuenta de cuanto joputa por metro cuadrado hay a mi alrededor. Probablemente porque me dedico a lo mio y no aprecio los brillos de las navajas en mi espalda hasta que me las han clavado. Hasta no hace mucho, eso me pasaba. Pero de un tiempo a esta parte, cuando alguno de esta especie, los jp, se me acerca, siempre termina teniendo algo claro. Si no me toca los c... le dejo que siga su camino. Pero, amigo mío, si se empeña en hacerme daño a mí, a los que quiero o incluso a los que aprecio (no está nada mal para los tiempos que corren tamaña generosidad), que se vaya preparando porque no va a saber por dónde le va a caer los zarpazos, y le van a doler mucho. A los enemigos malos de solemnidad, a los jp más jp de todos los jp hay que apartarlos como la escoria que son y no darles ni una sola oportunidad de seguir machacando a los demás. Y dejárselo clarito. Sin medias tintas. Y no lo siento si les va mal, muy mal en la vida. Ellos se lo han buscado. Me he agenciado, para ilustrar este comentario, una pieza de DJ Spankox quien ha hecho un remix de la canción "Baby let´s play house". Espléndida para el comentario (gracias a Glendon). Estoy profundamente enfadado con un jp ¿se nota?