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Pero de todos los papeles, el más difícil de interpretar es el de la andalucista del PSA, María de los Ángeles Polanco. Conversando con algunos compañeros suyos hay quien acaricia la posibilidad de que se mantenga -con la correspondiente dotación para el funcionamiento de su grupo y asesores- como verdadera alcaldesa en la sombra, votando lo que crea conveniente en cada momento. Ahora bien, debe decidir si son los doce de ahora (PP, IU y PA) o los doce de 'los otros' (PSOE y la tránsfuga Nadine Fernández) los que rigen los destinos de Chiclana. Y si el mandato de su reducida asamblea (lo digo con respeto pero es la realidad) es que con tránsfugas NO, pues Nadine Fernández lo es. Como Butrón, y tendrán que vivir con ello. La de la señora Polanco debe ser una decisión meditada, sensata, seria y ajustada. Ahora bien, conviene no perder de vista que el PSA, con Polanco, 'toca' Gobierno en Chiclana y ya está. No significan nada en Diputación, y han perdido Jerez, a manos de Pilar Sánchez y del PSOE. Estar gobernando es importante, porque te permite una plataforma, una atalaya privilegiada para la acción política diaria. En su editorial de hoy, Diario de Cádiz dice: "Queda por ver cuándo, cómo y a qué precio se dará forma al más que probable nuevo gobierno del PSOE; si el candidato más votado en las pasadas elecciones, el socialista José María Román, será finalmente el encargado de recuperar la Alcaldía o se optará por otro candidato que garantice un mayor consenso con IU y PSA; y si la concejal Nadine Fernández dejará de ser considerada tránsfuga en un pacto con el PSOE". Pues eso. Pero creo que no habrá tranquilidad.