11 abr 2009

Una vida dedicada al periodismo



La vida está llena de sorpresas y a lo largo de estos cincuenta años alguna he tenido desagradable. Confiar en quien no debo, ayudar a quien no lo merece. ¿Y qué? En mi alma llevo la satisfacción de haber sido útil a los demás. Ellos llevarán en la suya la pena. O no, poco me importa. No entiendo a quien conserva el conocimiento como un tesoro y no lo comparte con los demás.
No nos vamos a llevar nada al otro mundo y menos aún somos poseedores de la verdad absoluta, eso queda para Dios o Alá, que es lo mismo. Me siento orgulloso de mi trabajo a lo largo de estos años, y más aún de mi padre, José, taxista abnegado que nunca hizo daño a nadie en su vida, siempre preocupado de todos menos de él. Así era mi padre. El me transmitió los valores que defiendo desde pequeño. Y mi madre, Isabel, preocupada por el azar que me llevaba de un lado a otro, en un continuo aprendizaje que solo acabará con el final de mis días. Hice algunas promesas en mi corazón a mi padre y sé que él anda por ahí arriba, cuidándome. Igual que lo hace Carmen, mi mujer, ahora un  ejemplo para mí de amor y entrega a los demás.
Soy de Jerez, pero me siento ciudadano del mundo. Nací en 1959, en la clínica del 18 de Julio, en la Plaza del Arenal, donde ahora tienen sus sedes los sindicatos. Desde abril de 2007 soy delegado en Andalucía del diario EL ECONOMISTA, líder de audiencia de la prensa económica en España. Por propuesta y votación unánime de mis compañeros fui hasta pocos días miembro de de la junta directiva de la Asociación de la Prensa de Jerez y pertenezco a la Federación Internacional de Periodistas (IFJ).