Bruce Springsteen ofreció ayer un concierto contra el estadio olímpico de La Cartuja, al que los ingenieros de sonido tardaron unos treinta minutos en dominar. Como siempre, hay cronistas, como Blas Fernández, de Diario de Sevilla, que apenas vieron aristas, pero menos mal que los comentarios de los lectores dejan claro que no todo fue tan bonito, pero que Sevilla recordará muchos años el concierto del boss. Las fotos son de un buen amigo. Por cierto, que la ocupación hotelera de Valladolid y de algunas localidades cercanas a la capital será "altísima y rozará el lleno" este próximo sábado, con motivo del concierto de Bruce Springsteen, según ha explicado hoy a Efe el gerente de la Asociación Provincial de Hosteleros de Valladolid, Óscar Zapico. "Todos los hoteles de la provincia y los situados en un radio de quince kilómetros estarán prácticamente llenos, y es probable que la ocupación se extienda más allá. Ha habido muchas peticiones de reserva con mucha antelación", ha concretado Zapico. Me habré hecho ya más de tres millones de kilómetros en automóvil y durante muchas noches, madrugadas, tardes de agobio, penas y alegrías Bruce siempre me ha acompañado. Sus canciones forman parte de mi vida, para siempre. Este tipo de sesenta años es el mejor rockero del mundo, te importa un puto carajo que no le entiendas -os recomiendo traducir sus canciones- porque hace música que parte del corazón. Y eso no falla.