18 jul 2009

Decisiones




Lamento ser tan certero y repelente en mis predicciones. Pero así es la vida, mis fuentes nunca me fallan, gracias a Dios y al Diablo. Pilar Sánchez duda en si tomar o no una decisión, puede que simbólica pero que es la que le reclaman con la boca chica y con la grande todos los 'compañeros': que cese como jefe de gabinete a Juan Carlos Jiménez, su esposo desde hace pocas semanas. Y yo, sinceramente, creo que eso no va a ocurrir ni por asomo lo que resulta preocupante y peligroso en clave futura. De todas formas la reunión con sus ediles -de la que ha trascendido casi todo, aunque han quedado algunas claves sin contar- fue sorprendente. La alcaldesa escuchó, con respeto y sapos en el estómago, la retahíla de reproches. ¿Nadie asumió su cuota de culpa, rarillo no? Más o menos las mismas críticas que Cabaña ya había escuchado de viva voz por parte del 'sindicato de afectados por Pilar'.
Si Pilar hubiera dejado a su antes novio y ahora marido como simple asesor, es decir, tal como estaba, no sitúandolo bajo los focos y en la diana, los dos se habrían hecho un favor de la hostia y la cosa no habría cantado tanto por peteneras, y eso sin contar lo de la subida de sueldo. Dejémonos de jilipolleces ni miedos (al estilo jerezano), Pilar sabe que ése ha sido su principar error, sin entrar ni salir en la capacidad, formación e inteligencia de Juan Carlos que, en mi modesta opinión, es la persona más indicada para defender los intereses de su esposa, y alcaldesa de todos los jerezanos, pero no desde un despacho donde para muchos, ejerce como 'presidente' del Ayuntamiento. ¿Saben lo que pasa cuando alguien que no se ha preparado se pone a las manos de un Ferrari? Pues que que termina pegándosela, yendo antes de tiempo al otro barrio. Los oropeles del poder, la capacidad de hacer y deshacer, el privilegio de gobernar ha de ejercerse con mesura, discreción y siempre teniendo en cuenta los intereses generales. Y se lo digo yo, que he conversado más de una vez con él cuando todos le daban de lado, hasta que, creo, no le gustaron las opiniones que yo tenía sobre lo que pasa en Jerez. Eso creo, porque nunca más hemos vuelto a hablar por teléfono ni en persona, al menos con profundidad.
A la alcaldesa, me cuentan, le molestó sobremanera un titular del Diario de Jerez en el que se contaba una realidad, que la pareja alcaldesa-jefe de gabinete ganaban 150.000 euros los dos al año. Y que entonces tuvo 'un pronto' -algo que le está vetado a un gobernante serio- y llamó a dos periodistas, uno de Diario de Jerez y otra de la Ser, a quienes confió que iba a suprimir el sueldo de los liberados de la oposición (menudo cabreo se pillaron Bernardo Villar, Juan Román y Joaquín del Valle). Luego se lo pensó pero las rotativas ya estaban en marcha. Eso se cuenta en la ciudad donde todo se sabe, con gran velocidad.
He leído hoy la crónica del Diario de Jerez y el patio está revuelto, Pilar Sánchez anda intentando arreglar todo como puede aunque admite errores de 'comunicación' . Pues nada, Casto Sánchez que se vaya a la Junta, al instituto o que pase a Cultura (de donde Loli Barroso debería haber salido porque cada vez le cae peor a más gente, que la va calando políticamente), que manden a Pepe Bouza y su supersueldo a Onda Jerez (allí le acogerían con los brazos abiertos, entusiasmados por su valía), a convertirse en una estrella de la television, que falta le hace a ambos.
Que Pilar cese a unos cuantos sin importarle que 'larguen' luego (¿acaso Pilar tiene algo que ocultar?) y todos hagan propósito de enmienda. La esperanza, ahora, está en un grupo de concejales responsables y profesionales -leales al partido y luego a su secretaria general- que podría asumir nuevas cuotas de responsabilidad institucionales y orgánicas, para lo que es necesario que Pilar lo asuma antes. Y que los 'clásicos´sigan ocupados de sus tareas institucionales y no den mucho por saco, que ya les vale.
Aunque, la verdad, no sé qué coño hago dando consejos a quien no se deja aconsejar y solo admite lisonjas, peloteos y personajillos dando saltitos a su alrededor como conejillos entusiasmados. Pilar tiene que darse cuenta de que la ciudad no quiere volver al pasado pero que como el presente se lo recuerde mucho la van a mandar a la escuela, de nuevo. Y yo que ella contaba con la oposición, les ponía contra la espada y la pared, situaba a Pelayo en la tesitura de la responsabilidad compartida poara solventar asuntos laborales y financieros, por mucho que las dos no se soporten mutamente. Porque toca ya tomar decisiones. A ver cuando coño toda esta gente piensa en nosotros, la manoseada ciudadanía, porque yo estoy hasta los cojones (sí) de que se miren el ombligo tirándose los trastos a la cabeza. Con mi dinero no, leñe. Y mientras, Pacheco, saboreando la venganza inesperada de todos estos fiascos, y yendo a actos para sorpresa de todos. Seguiremos opinando...caiga quien caiga. Cruz de ciudad.

* (Me gusta la foto de Esteban, basta con que Pilar cumpla lo que prometió ¿no?)