Cozaz. Resulta divertido, cuando un servidor puede, pasear por el consistorio jerezano. Como son tantos años yendo y viniendo a la Casa Grande, apenas hay secretos (perdón por la petulancia, acaso innecesaria ¿no?) y dicen que en septiembre habrá cambios notables, en talantes y personas, pero una cosa es cierta hoy por hoy (cadena Ser) no hay rebelión a bordo, como la que le montaron algunos a Carlos Díaz hace catorce años. Ezo ez mentira. Me explico, se escucha -mira que hay mamones/as en la ciudad con mala leshe- que el grupo municipal socialista anda pelín preocupado con la alcaldesa, que si bien tiene la vara de mando bien cogida, debería escuchar más a 'los otros', calificativo con el que los que los 'pilaristas' se refieren a los que 'no existen' para ellos, que van siendo mayoría. ¿Y si algún día se plantan y hacen frente a la alcaldesa? No quiero ni pensarlo, vamos, no lo creo posible. Pero algo les une, hay algo en lo que muchos están de acuerdo, los 'unos' y los 'otros', hay un personaje nefasto, soberbio, insolidario, y peligroso, que debe cambiar de aires cuanto antes, un metomentodo sin carné del partido que manda más que todos sus dirigentes juntos. Demasiadas coincidencias, aunque él no es el problema. ¿O es una parte importante? Curioza reflezión.