Las de los muertos que reposarían en el nuevo Columbario de Jerez, creado en las antiguas bodegas Bobadilla. Si la gente recurre a la incineración, y luego quiere guardar las cenizas de su ser querido, habrá que buscar un sitio. El Columbario de Jerez se levanta en un antiguo casco bodeguero protegido insólitamente (hay otros que no se han protegido y que eran de mayor valor) por el actual PGOU en la carretera de Sanlúcar de Barrameda.
El edificio, de 1.080 metros cuadrados, cuenta con 40 capillas, cada una con capacidad para 256 urnas funerarias procedentes de cremaciones, decoradas con azulejos de gran tamaño con todas las imágenes de las hermandades de gloria y penitencia de la ciudad. Hermandades que, según relata el comunicador cristiano Gabriel Álvarez en su blog, no están nada de acuerdo en gestionar tal instalación empresarial. La propuesta la tiene encima de su mesa el presidente de la Unión de Hermandandes, Manuel Muñoz Natera, un documento que analizará la semana próxima. La empresa, al parecer, quiere unos 600.000 euros por cederles el 'negocio'. En total, la capacidad del nuevo columbario es de 27.000 urnas, lo que le convierte en el mayor del término municipal, dado que en Jerez las únicas instalaciones similares son dos pequeños columbarios de carácter privado.