De zanjado, nada de nada, hijo. El asunto del nudismo no está zanjado y el viernes hay pleno en Cádiz. Lo estaría si dejáramos al libre albedrío este asunto. Libertad. Y no se preocupen, que las propias familias de la playa de la Victoria -donde el nudismo no se ha dado apenas- ya se encargarán de mandar a hacer gárgaras a quien ose ignorar la opinión de la mayoría. Y máxime si sus atributos son tan vergonzosos como los de más de un payo y una paya, que vaya tela. Pero claro, lo que llama poderosamente la atención, como bien recuerda -aunque no con demasiado relieve tipográfico- el Diario de Cádiz, es que en Tarifa también se ha aprobado recientemente una ordenanza restrictiva, prohibiendo el nudismo. Y no hay tanto ruido. Todos los veranos hay alguna serpiente, pero la del nudismo en Cádiz es una boa constrictor, aunque algunos menosprecien el asunto, porque está siendo usada para hacer daño a la imagen de la ciudad, de la alcaldesa y del PP. No acato más disciplinas que no sean mi familia, el sentido común y la tolerancia, y creo que con tantos asuntos preocupantes, el del despelote en la playa ni fú, ni fá. Ni es mi bandera ni pienso defenderla o denostarla, es una cuestión de libertad. Y de buen humor, somos un país de pandereta, en serio. Por eso creo que no volveré a hablar de un tema que no está zanjado, está por zanjar, con una sonrisa y en libertad, anulando ese punto de cualquier ordenanza municipal y a otra cosa mariposa. Pero si se trata de politizar y enguachiná el asunto, conmigo que no cuente nadie. Y no, no practico el nudismo. Pero no me inquieta que alguien lo haga. Joder. Y con respecto al speaker chirigotero de La Caleta, yo lo contrataba el año que viene pá seguí animando la playa, pero contrato municipal, no de la empresa que no ha estado a la altura. ¿Ein?
