No hay nada como un buen temporal de frio y nieve, una acción eficaz contra el terrorismo y algunas rebajas para que el personal se entretenga y pierda la noción de la realidad de sus principales preocupaciones: paro, economía y los políticos. Y la web de la Presidencia Española que sigue siendo un fiasco. Baste un ejemplo, lo difícil que es acreditarse mediante el formulario on line. Al final, hay que enviar un correo electrónico personalizado al tipo de las acreditaciones. Por cierto, ¿es verdad que Telefónica no pisó el acelerador de sus trabajos hasta que el día 20 de diciembre no se confirmó la certeza del cobro por parte de Moncloa?
Mientras, a Alfredo Pérez Rubalcaba apenas le vemos el pelo en la provincia por la que es ministro (Cádiz), pero nos da igual porque está en lo que tiene que estar: dando leña a los malos. Y no anda enredando al explicar eso del Sitel, aunque me cuentan -en persona, por si las moscas- que en Cádiz algunas escuchas, espero que oficiales, claro, pueden dar grandes sorpresas en este año 2010, y no precisamente en ayuntamientos del PSOE. La gente le cuenta unas cosas
tan raras a los periodistas... El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán va a presentar el sábado 16 su proyecto Andalucía Sostenible, que genera enormes desconfianzas en el PP y claroscuros en el pequeño empresariado andaluz, que alberga serias dudas de que, al final, estas acciones terminen beneficiando a aquellos que han asumido el grueso de los grandes incentivos concedidos por el Ejecutivo andaluz. De eso sabe mucho el anterior consejero, hoy tranquilo senador, Francisco Vallejo. Griñán, como Rubalcaba, está en lo que tiene que estar, intentando que la vieja guardia de Chaves no le sabotee su carrera hacia la secretaria general.
Espero que hoy el A400M se mantenga en pleno vuelo empresarial, que el presidente de EADS,
Louis Gallois, y el de Airbus, Tom Enders, nos ofrezcan buenas expectativas para uno de los pocos sectores que aguantan el temporal de la crisis en Andalucía. A confiar.
(*Columna publicada hoy en EL ECONOMISTA)