Siempre hay alguien que tiene que hacer el trabajo más ingrato. Menos mal que siempre tenemos a mano a un Harry el Sucio para echarnos un cable. Cada acción debe tener una reacción, proporcionada al mal que se intenta causar. Pero quedarse mirando al horizonte mientras las navajas brillan al amanecer es de idiotas.
Harry el sucio es una película de culto, algunos llegaron a hablar de fascismo medieval, otros de la puta realidad y los menos pusilánimes hasta creyeron ver un modelo de conducta necesario en esta sociedad.
Clint Eastwood ha dado un giro a su carrera pero era, es y será uno de los mejores actores de la historia del cine. Viene esto a cuento porque hoy, de pronto, he recuperado el alma de Harry, con su Magnum 44. Alertado están los que juegan sucio, Harry es mejor. Conviene no obviar, no infravalorar a quien va a lo suyo, a ser feliz con su trabajo y poco más. Tocarle los cojones a alguien que, encima, ni siquiera es amenaza porque está en otros lopeces, es torpe y, sobre todo, enormemente peligroso. Casi letal porque es despertar al dragón. Espero que os haya gustado el comentario, caballeretes del tres al cuarto. Dad gracias a Dios.