Comprendo que la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, esté muy contenta hoy, pese a los disgustos que le dan los díscolos, algo desfondadillos últimamente. El Consejo de Ministros ha nombrado hoy a Sergio Moreno Monrové director del Gabinete de la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega. Moreno Monrové, que sustituye en el cargo a Fernando Escribano, nació en Jerez de la Frontera el 4 de enero de 1951 y es profesor de Mercantil por la Universidad de Cádiz. Después de trabajar en diversas empresas privadas, en 1983 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera y, posteriormente, fue nombrado delegado provincial de Economía e Industria de la Junta de Andalucía en Cádiz. En 1989 fue elegido senador del PSOE por Cádiz y entre 1993 y 2000 fue diputado nacional del PSOE por la misma provincia.
Entre 2000 y 2004 fue, sucesivamente, secretario general técnico y viceconsejero de la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía. En 2004 fue nombrado viceconsejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, cargo que ocupó hasta 2007 en que fue designado consejero de Turismo, Comercio y Deporte. Actualmente, Moreno Monrové era viceconsejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía.
Fue durante su etapa como diputado cuando trabó amistad con Teresa Fernández de la Vega. Conozco a Sergio Moreno desde los tiempos en los que creíamos en las mismas cosas y creo que se merece el nombramiento, que solo puede traer ventajas a Andalucía, porque conoce muy bien el terreno. Y a nadie se le escapa que mantiene una estrecha amistad con Pilar Sánchez, insisto. En política todo pasa tan rápido que nadie las tiene todas consigo. Enhorabuena a Sergio, y que Madrid, con ese estrés tan peligroso, no acabe con su buen espíritu. Tenemos a un jerezano en el centro del poder, en el despacho de la clave del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y eso no es malo, todo lo contrario. Estoy seguro. Una buena noticia para Pilar y Juan Carlos, en la batalla diaria fuera y dentro.
