15 mar 2010

No disparen al pianista...



Póngase en un mismo recipiente a la derecha cavernícola jerezana, a algunos siniestros personajes de insólito pensamiento socialista, a elementos cuasimafiosos disfrazados de asesores, a quienes manejan fondos públicos con peligrosos y discutibles criterios, a ejecutivos venidos a menos por distintos argumentos y al gran urdidor de todo, mézclese con gente cabreada porque se le acaba la mamela, sindicalistas pillados por los huevos y tendrán la curiosa amalgama a la que se enfrenta en estos momentos Pilar Sánchez, la alcaldesa de Jerez y, de paso, todo el que se mueva a su alrededor o le tenga la más mínima simpatía, que recibe una balasera impresionante sin avisar, algo siciliano oiga. Y no es eso, no es eso. ¿Chantaje, extorsión, amenazas? Pues no se vayan muy lejos, en Jerez tienen para dar y tomar. Menos mal que nos queda la Guardia Civil, algunos jueces justos y la Fiscalía Anticorrupción. A ver si son noticia pronto y acaban con las sonrisas de giocondos y sinvergüenzas. Mientras, a algunos solo nos quedará contarlo luego, con un Jack Daniels ante el ordenata, con luz, taquígrafos y toda la potencia de fuego mediática posible. Es lo que tiene estar a este lado de la carretera, que más tarde o temprano toca contarlo. Harry, no tardes colega, que esto huele que apesta y la inmundicia va a terminar por inundar esta ciudad que necesita, a voces, una regeneración política, moral y ética. Vaya tela.
Hay siempre un comentarista excepcional de la bahía que me advierte de los enormes peligros que comporta ser siquiera comprensivo en estos días con la regidora jerezana. Pierda cuidado, que la mejor defensa es el conocimiento pleno de la profundidades de la caverna terrateniente, de la historia del cainismo socialista y sus intereses y, sobre todo, de ciertos locales abiertos hasta el amanecer (no me refiero a los de la Operación Toscana), donde las almas quedan atrapadas y sus limusinas rameras despeñadas a los pies de la pirámide de los mayas, esos que pronosticaron el apocalipsis en 2012, que en Jerez puede adelantarse, a juzgar por lo que se va sabiendo.