¿Por qué habrá votado a Griñán el 99,8% de los 514 delegados? ¿Máximo apoyo o dependencia y compromisos? Son las preguntas que todos nos hacemos esta noche hoy en Sevilla, tras la proclamación del sexagenario presidente andaluz como nuevo secretario general del PSOE en nuestra comunidad autónoma. En su discurso hoy, Griñán mencionó a Rafael Escuredo, "el que me abrió las puertas del partido y me enseñó las cosas más importante"; a Felipe González, "sevillano universal, le pese a quienes les sigue pesando", y a Manuel Chaves, "amigo y compañero para el que me resulta imposible encontrar palabras". "Es mi amigo y basta", expresó Griñán, que lo definió como la persona que durante 16 años ha llevado a este partido a todas las victorias electorales y que forjó la unidad de este partido, "sólida, creíble y duradera". "Sin su trabajo no se podrían entender la historia del PSOE", apostilló. Me voy a hacer pasillos, porque los nombres de la futura ejecutiva regional reducida ya circulan por todos lados. Y parece que los afines a Luis Pizarro -verdadero factótum del PSOE en los últimos treinta años- quieren imponer demasiados nombres a Griñán. La negociación puede alargarse.
