14 may 2010

Prudencia informativa


¿Cuanto vale la prudencia informativa en Cádiz, por llamar así a la autocensura? ¿cien millones de las antiguas pesetas al año? ¿algún millón más? No lo sé ni me importa, pero es un riesgo, todo se sabe. Nada permanece oculto para siempre. Y quien crea lo contrario, más aún en política, se equivoca de plano.

Una vez, un gran joputa de la política quiso comprar mi salida de un medio, porque le molestaba mucho. Y lo consiguió. El terminó abrasado por sus maldades. Ha sido la única vez, pese a que llevé al número uno de la audiencia a ese medio, con varios compañeros más, claro. No es ni fue mi problema, lo es de quienes permitieron aquella salvajada a los que el destino les ha pasado factura. No he sido yo, porque mi tiempo es demasiado precioso para emplearlo en la venganza.

Todo lo que hagas te será devuelto por el universo, pero mayor proporción al daño infringido. Ten cuidado con ese universo, que puedes llamar Dios, Alá o como te venga en gana. Eso es todo amigos. Hasta la tarde. Hoy es el cumpleaños de mi hermano, el único que tengo, y tenemos que celebrar que estamos vivos y tiramos palante. Y soy feliz.