Si la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez y su delegada de Cultura, Dolores Barroso, tienen lo que hay que tener en política, los responsables del inventario, del patrimonio municipal deben ser cesados o apartados de sus cargos y enviados a otros menesteres (hay mucha escasez de mano de obra primaria).
La desaparición del pendón de la ciudad es algo espectacular, no para que nos vaya la vida en ello, pero da una idea de lo bien que vive el funcionariado y de lo poco que le importan a algunos el patrimonio, la historia de la ciudad.
Que den gracias a que no estamos en otros tiempos, porque habrían terminado cumpliendo condena en unas espléndidas mazmorras. Los responsables de la pérdida son unos pendones.