Foto exclusiva de EL ECONOMISTA. (Javier Amiguetti)
Michelle Obama es la primera dama de los Estados Unidos, pero si hoy no hubiera tenido a su alrededor el despliegue policial, muchos en Marbella no habrían caído en la cuenta de quien paseaba por sus calles, excepto por su belleza y sencillez.
De no ser por el espectáculo cateto y antiguo que ofrecen programas como Sálvame, con pseudoperiodistas que sonrojan, en Telecino (menos mal que Pepe Ribagorda lo arregla todo con su estilo en el informativo), la visita de la primera dama serñia interpretada como lo que es: una inyección de moral, de autoestima, para la Costa del Sol y, en especial, para Marbella.
Mi buen amigo Javier Amiguetti, fotoperiodista gaditano asentado en Marbella, ha lanzado las primeras instantáneas de Michelle paseando por el casco viejo de la ciudad, entrando en tiendas de abalorios, un poco apesadumbrada por tanta seguridad a su alrededor, cosa normal por otra parte. Mañana paseará por Granada, y la ciudad recordará lo rentable que fue la visita de los Clinton y los Reyes de España. Gracias, Michelle.