Toda España se ha enterado ya de quién es Tomás Gómez (impresionante su historia, relatada por un diario nacional hoy) y del supuesto pulso con Zapatero, que apoya abiertamente a su "buenísima" ministra, Trinidad Jiménez. Creánse de la guerra la mitad, porque con sus cuitas -me parece que Gómez ganará las primarias- están logrando que andemos preocupados por la candidatura socialista a la Comunidad de Madrid, donde Esperanza Aguirre -tonterias aparte- es quien tiene todas las papeletas para ganar.
Lo que ocurre es que el tremendo poderío mediático socialista -innegable- convierte en noticias nacionales lo que pasa en la comunidad de Madrid y así va todo. Ya me gustaría a mí que eso mismo pasara en Andalucía o en Castilla La Mancha donde hay tela que contar. De eso se aprovecha el PSOE, que cualquier cosa que pasa en la capital -canina de noticias este verano- es amplificada a toda España. Son viejos zorros en la comunicación política.
Y es que la disputa interna en el PSOE por ser el próximo candidato a la Comunidad de Madrid se ha convertido en el culebrón del verano, protagonizado por el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez.
Tanto uno como otra quieren medirse con Esperanza Aguirre, aunque habrá que esperar hasta el 3 de octubre para conocer cuál de los dos se batirá el cobre con la actual presidenta de la región, a quien las encuestas de su partido dan de nuevo la mayoría absoluta.
Y el debate de primarias -tonterías aparte, insisto- nunca ha estado en la hoja de ruta del PP ni del PSOE, donde todos sabemos ya como se eligen los candidatos ¿O no? Pero si con estas primarias de falsete se consigue que Tomás Gómez deje de ser anónimo, objetivo conseguido. Me cae bien este Tomás Gómez, quizás porque se sabe que cuenta con el apoyo de algunos que sienten el socialismo de otra forma.
Yolanda González, en Público, le pregunta a Gómez:
¿Cree que es buena para una formación la imagen de división que transmite esta batalla?
Este partido está más unido que nunca. Yo llevo 22 años militando en el PSM. He visto todos los momentos de este partido. Esto no es una confrontación. Mi adversario político no es un militante del Partido Socialista. Mi adversario político es el PP. No me va a escuchar nunca hablar mal de un compañero socialista.
La pena es que si uno se va a su blog se encuentra que no cuelga un comentario desde el 23 de abril. No dice mucho de sus asesores tecnológicos y mediáticos. Esas cosas se comentan.
He encontrado una canción, de un cantautor gaditano, Ignacio Lobo, una versión de mi añorado Hilario Camacho. No está nada mal, suerte al madrileño Gómez. Al menos va por derecho.