La pitón chiclanera.
Yo sabía que en Chiclana, la tierra de "los peligrosos", hay de tó. Pero me cuenta Antonio Anillo, desde la Oficina Periférica de Comunicación de la Comandancia de Cádiz que efectivos de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), con base en Chiclana de la Frontera, han intervenido un espécimen de PITÓN REAL (Python Regius), que se encontraba en la urbanización “Los Gallos”, con la consiguiente alarma entre el vecindario. El espécimen en cuestión, de 1,20 metros de longitud y sin identificación alguna, se encuentra en buen estado y no presenta heridas ni síntomas de desnutrición, estando previsto que sea trasladado a un reptilarium de Jerez de la Frontera. La pitón real es una especie originaria del continente africano y su comportamiento es extremadamente dócil y no suele morder, no obstante puede llegar a hacerlo en caso de imprudencia o descuido de la persona que la manipula, sobre todo cuando se le da de comer.
El abandono de este tipo de mascotas es frecuente en período estival, al igual de lo que sucede con otros animales de compañía, especialmente perros y gatos. A ello hay que sumar la normativa andaluza sobre animales potencialmente peligrosos, concretamente el DECRETO 42/2008, de 12 de febrero, que considera como animales salvajes peligrosos y por lo tanto no pueden estar fuera de los espacios, instalaciones o establecimientos autorizados: Entre ellos artrópodos, peces y anfibios (todas las especies cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo para la integridad física o la salud de las personas). Y también reptiles (todas las especies venenosas, los cocodrilos y los caimanes, y todas aquellas especies que en estado adulto alcancen o superen los dos kilogramos de peso). Y por último, mamíferos (todos los primates, así como las especies salvajes que en estado adulto alcancen o superen los diez kilogramos de peso, salvo en el caso de las especies carnívoras cuyo límite estará en los cinco kilogramos).