Hombre, una cosa es la autonomía portuaria y otra ir por libre, enfrentándose al sentido común y al ayuntamiento de la ciudad, una vez más. Rafael Barra no quiere hablar de Puerto América, el mayor despropósito urbanístico y económico de la capital (prueba de ineficacia y desidia administrativa), amén de la vergüenza que produce esa vieja estación de tren rehabilitada y no abierta aún.
Rafael Barra parece actuar como el ministro de Transportes de Kuala Lumpur y no, es un funcionario de confianza, un empleado al gusto de su partido, el PSOE. Barra va por libre, no parece ser todo lo solidario que necesita una ciudad como Cádiz, agobiada por tantas servidumbres. Mal, muy mal, suena a sectario.
Me refiero a las declaraciones efectuadas a Diario de Cádiz por Rafael Barra, presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), y en las que afirmó que aún es pronto para hablar del futuro de Puerto América.
"No es que sea pronto -le dice hoy la alcaldesa en el mismo periódico-, es que ya se nos está haciendo tarde, sobre todo porque los gaditanos llevan esperando desde el año 92, cuando se constituyó una sociedad en la que estaban Ayuntamiento y Junta de Andalucía y que negociaron con la APBC el desarrollo de esa zona". Y tiene razón una vez más ¿no?
