2 may 2011

Barbate, el paro que no cesa

Un pescador barbateño espera en su barca, a la caida de la tarde JC.
Nadie sabe el tiempo que llevan parados los dos relojes...JC
Los dos relojes del Ayuntamiento de Barbate están parados. Casi a la misma hora, siete menos dos minutos. El consistorio está igual. Debe 30 millones a la Seguridad Social y Hacienda, tiene retenida su Participación en los Impuestos del Estado (PIE) –que suponía recibir 4 millones euros anuales- y ya no es el motor de la ciudad ni su mayor empresa, como tampoco lo es la pesca, que no levanta cabeza desde que Marruecos liquidó su convenio. Es de lo que ha vivido Barbate hasta ahora, “del mar y de los funcionarios”, dice su alcalde, el socialista Rafael Quirós, farmacéutico de profesión. 

Fachada principal del Ayuntamiento de Barbate, en pésimo estado de conservación. JC
El ayuntamiento arrastra otros 30 millones de deuda por diversos conceptos. Con 320 empleados públicos -500.000 euros mensuales- es un auténtico calvario el pago de la nómina municipal. Los cinco mil parados son además una losa muy pesada, muchos de ellos pendientes del delicado futuro de las almadrabas, tras las restricciones internacionales que limitan la cuota de pesca de atún.

La realidad es que Barbate, a la crisis municipal y de la pesca, une su especial ubicación geográfica. El término ocupa 142 kilómetros cuadrados y goza de 25 kilómetros de litoral, con algunas de las playas más bellas del sur de Europa. Pero no puede crecer económicamente, porque le limita Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate, y el polígono militar de la Sierra del Retín, casi el 80 por ciento de su extensión. 
Rotonda de entrada a la ciudad. JC
Paradójicamente, el municipio nunca ha puesto en valor los recursos naturales. Hasta ahora. Barbate quiere vivir en el futuro de la agricultura, de su industria de transformación pesquera, y sobre todo, del turismo, igual que Conil o Tarifa. Hay cuatro importantes proyectos turísticos a la espera de que la Junta culmine el proceso administrativo.

Rafael Quirós es un tipo peculiar, una especie de Pepito Grillo del PSOE, que se ha llegado a encerrar en su ayuntamiento en protesta por la falta de ayuda pública: “La Seguridad Social nos tiene condenados a  cadena perpetua, estamos asfixiados, es imposible que un pueblo como éste, con los pocos ingresos que tiene, pueda pagar esa deuda. Y las administraciones estamos para ayudarnos, no para ponernos el pie en el cuello unas a otras”, exclama. 
Rafael Quirós, alcalde de Barbate. JC
Se queja de Endesa “que nos aprieta bastante” ya que las necesidades empresariales exceden la capacidad de suministro eléctrico local, por ejemplo en su polígono industrial, El Olivar, que gestiona el consorcio de la Zona Franca de Cádiz. El alcalde reprocha a su Gobierno falta de sensibilidad: “Cuando uno va a Madrid lo hacen es darle patadas en el culo, las dos o tres veces que he ido me han dicho ‘mira esto es lo que hay’, es como las lentejas….o está usted al día en la Seguridad Social, o nada”.

El ambiente en el puerto pesquero barbateño es deprimente. El alcalde hace las cuentas: “ahora hay veintidós barcos, apenas quinientos marineros, pero hemos llegado a tener dos mil y cada uno de ellos significaba cinco puestos de trabajo indirectos. Casi diez mil personas vivían de la pesca en mi pueblo”, se queja Quirós. 
Rafael Quirós, el alcalde de Barbate, es farmacéutico. JC
Fuera, en la calle, nadie podría deducir que estamos en período electoral, no hay publicidad política, todo refleja el ambiente de pesimismo que reina en la población, animada algo más por la inminencia de la temporada estival y la primera levantá de atún en la almadraba. Piezas que, en su mayoría, van destinadas al mercado japonés. “Si quisieran, a nuestro puerto podrían llegar atunes de las almadrabas marroquíes, para rentabilizar nuestra industria de transformación”, explica un veterano patrón de barco, a punto de zarpar en la tarde.

(Publicado en Suplemento MERCADOS, de El Mundo de Andalucía)