El Canto del loco -
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| Pilar Sánchez y Pepe Griñán. Foto: Mercé Perelló |
El PSOE de Jerez ha perdido las elecciones locales y el PP las ha ganado rotundamente. Y entre las razones -tiempo habrá de análisis- de la derrota socialista figura la sucia guerra interna y externa que ha librado su candidata en la ciudad. El peor enemigo que ha tenido Sánchez -que anoche puso sus cargos a disposición del partido- ha sido el sector del PSOE que ahora, paradojas de la vida, tendrá que volver a la tiza, a la peluquería, al desempleo y a la ignominia de ser acusados de haber colaborado en el hundimiento socialista en la quinta ciudad de Andalucía. Duro correctivo para el PSOE que siempre ha tenido sus peores fantasmas dentro, no necesita de intervención externa para hacerse daño. El presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE andaluz, Pepe Griñán, tiene poco tiempo para reaccionar y no caben tibiezas. Hay un sector del partido, acosado ahora en los tribunales de Justicia, que le ha hecho la vida imposible dentro y hasta ha remado en contra, según todos los indicios.
Griñan tiene que ponerse al frente de la revolución interna que necesita el PSOE antes de volver a cosechar otro fracaso e iniciar una larga y penosa travesía del desierto en Andalucía, sobre todo. El presidente-secretario general tiene que tomar nota de lo sucedido y no podrá bromear mucho con eso que dice Chaves de Arenas ("campeón de las derrotas").
Naturalmente que la crisis ha pasado factura y eso es lo que dijo Griñán anoche, pero el partido se ha despegado de su electorado peligrosamente, y no debe perder de vista, para empezar, algunas de las propuestas del 15M.
