Me cuentan que los nervios han cundido en las filas del PP de Jerez, que saben que han tocado techo y no suben ni a la de tres. Se dice que hay empate técnico, que IU no consolida un tercer concejal, que el Foro se hunde sin remedio y que de los pequeños partidos, UPyD igual da la sorpresa. Ya se verá qué pasa tras esta jornada de inflexión. No, no me he equivocado. El 22M es una jornada a partir de la cual habrá cambios en el sistema, en este modelo que tanto daño está haciendo a la buena gente. Estamos en ello.Es una inflexión, y los partidos van tomando nota de algo que está clar: no nos gusta esto.
No me creo nada de lo que me llega porque aún queda conocer el efecto que el movimiento reformista del 15M tendrá sobre el electorado. Me llega tanta información que me abruma, pero nadie tiene nada seguro. Ahora bien, solo tengo claro que tras el 23M se producirá una necesaria renovación en la dirección del PSOE de Cádiz, cuya dirección provincial ha quedado gravemente desautorizada tras convertirse en la mayor aliada indirecta (sobre todo Cabaña) del PP en su campaña hacia la alcaldía de Jerez. Y falta conocer qué intereses existen con Pacheco.
Ni se olvida, ni se perdona, porque el daño infringido ha sido mucho, demasiado. No sé, la verdad, como diablos ha aguantado Pilar Sánchez tantas zancadillas, navajazos, empujones y desprecios por quienes deberían haber mostrado inteligencia y talante en momentos tan complicados para el PSOE. Y creo que ella deberá repensar sus actitudes, sus objetivos. Ha aprendido. Creo.
Y para otros ahora vendrán los llantos, las quejas y regresar al trabajo anterior o a las filas del INEM y el SAE. Fuera de las instituciones hace frio, y se pasa mal. Debieron haberlo pensado mejor. Mañana domingo nos enteraremos quién ha ganado las elecciones, pero hasta el 11 de junio nos queda un proceso apasionante, lleno de incógnitas. Todo puede pasar. Atentos a las urnas estamos.