Los movimientos políticos de este sábado, y los de la próxima semana, provocarán cambios mediáticos, periodistas que dejarán sus responsabilidades, otros que serán cesados directamente y algunos que -gracias a esas novedades políticas- pasarán a "mejor vida" es decir, de la trinchera a los cómodos despachos del poder. Hay un baile de nombres que comienza a ser obsesivo y algunos compañeros que no pueden evitar mostrar su alegría no ofensiva por los cambios, las marchas y los nombramientos.
Como en el ajedrez, conviene no dejar los flancos descubiertos. Y no vender la piel del oso antes de darle caza. Una cosa tengo clara, hay decisiones que van a ser muy aplaudidas por justas, pero otras -con evidente tonillo de incienso en medios institucionales- ponen de los nervios hasta a los demócratas convencidos del PP por la naftalina que desprenden. No doy más pistas, que sea lo que Dios quiera (a ver si no se equivoca o invocaremos a Satanás para que lo evite). Un consejo: no disparéis al sheriff...(Vaya solo de Clapton).
