19 jul 2011

La guerra de Fernando contra Nani (2)

Fernando Santiago ha vuelto a insertar en su blog -con gran éxito de comentarios por lo que veo- el burofax que le envió Nani Carvajal el pasado día 14 a Rafael Navas, director de Diario de Cádiz. Se ve que me ha leído alguien de su entorno (no soy tan presuntuoso como para creer que Fer tenga tiempo de leerme, a tan humilde compañero jerezano, aunque yo lo leo cada vez que puedo por las mañanas, en mi mejor momento) porque esta vez al burofax le han aplicado el plumero mágico del Photoshop eliminando datos personales (como el DNI). Lo debían haber hecho antes, obviamente. Y de nada vale que el post solo estuviera, con el fax con todos los datos, apenas diez horas en el blog y en Twitter, según parece.

Esta guerra de Fernando contra Nani -que acabará mal, se nota a la legua- es un sinsentido pero divierte horrores a sus hooligans y a amigos, pero no a los enemigos, que van aumentado por días. Yo no me encuentro en bando alguno, advierto claramente a inquisidores y metepatas. Porque conozco el talante provocador de Fernando desde hace años ya no me extraño de nada de lo que hace y dice el multitertuliano (a ver si dejas algo para otros, Fer). Dice uno de sus hooligans que no dimitió en Sevilla en una tormentosa asamblea de la FAAP. Y un jamón, dimitió verbalmente, muy exaltado. Fuimos testigos muchos compañeros y compañeras. Otra cosa es que no lo formalizara luego oficialmente. 

Lo que no sé es cómo se llevará con Mercedes Colombo que, si PP Loaiza sube con Arenas, será la presidenta de la Diputación. Total, cosas de políticos y periodistas. Fernando no sabe que Nani Carvajal goza en estos momentos de los más importantes apoyos de futuro, a quienes ha puesto al día de las hazañas de nuestro presidente de los periodistas capitalinos. Una cosa, no sé si Loaiza sigue pensando en lo del Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Algo vengo escuchando por ahí. No sé. Yo que Fernando me dejaba de tonterías, invitaba a Nani a la final del Carranza y le pedía disculpas. Es un humilde consejo de un periodista jerezano, aunque global.