15 oct 2011

Con franqueza

Nada es lo que parece, hay que mirar con lupa...
Érase una vez un preclaro y veterano líder político gaditano que, al enterarse de asuntos turbios en la gestión de determinado consorcio pensó que tenía el pelotazo mediático definitivo para cargarse a una incombustible lideresa de fuera pero afincada acá. Y se pusieron en marcha con sus jefes, lo habitual, botafumeiro, periodistas afines (alguno hasta fue pillado en una mentira gorda, aunque hasta le premiaron por ello), informes raritos, lacayos, pelotas y otros elementos que se unen a estas cosas.  Y había chicha, pero no la esperada. O la deseada por sus promotores.  El asunto fue progresando adecuadamente, sirvió para grandes titulares y, de paso, historias vergonzantes salieron a la luz y provocaron la reacción, tardía, de la lideresa. Reaccionó adecuadamente aunque no se le reconoció. Pero la operación salió mal, porque el objetivo perseguido -erosionarla- fracasó. Ahora vuelven a darse novedades, justo antes del vuelco electoral que todos dan por hecho. Es una simple casualidad. O no. Solo un detalle final: ¿por qué siempre hay un personaje que da las órdenes, pero no asume nunca sus responsabilidades? 

Nota: Cualquier parecido con un tema de actualidad es casual.