Acabáramos, hay que decir las cosas claras. El Doce va a ser un fiasco de proporciones monumentales en el que nadie habrá hecho los deberes, excepto, como siempre, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. Las diferencias políticas, ese falso pacto entre partidos para sacar del debate al Doce, la escasa aportación de la iniciativa privada y un concepto nada moderno, demasiado correcto políticamente del evento, y ahora el constatado retraso de las obras del tren de alta velocidad nos dejan con la sensación de que esto es un desastre. Hoy, Rafael Navas, director de Diario de Cádiz, acierta como nadie al denunciar que Fomento deja el proyecto de desdoble entre Cádiz y Sevilla empantanado: los retrasos son enormes, apenas hay cuadrillas de trabajadores y hay zonas sin ninguna actividad. "El compromiso de 2012 es inalcanzable", deja claro. Y eso que no hemos entrado a analizar las obras del segundo puente y su entronque en Cádiz.